Por Alejandra Sardá-Chandiramani*
El XI Foro Internacional AWID de Ciudad del Cabo fue mi tercer Foro AWID, ya que antes había estado en Guadalajara (2002) y en Bangkok (2005). Por un lado, es muy difícil pensar estos eventos en términos de procesos porque l*s participantes generalmente cambian (más allá de un cierto “elenco estable” del que yo bien podría formar parte…) y así también cambian las temáticas, las tensiones, los acuerdos. Pero también es cierto que estos eventos no son islas sino que reflejan los procesos de los movimientos y desde esa perspectiva sí es posible compararlos a través del tiempo.
A modo de evaluación me gustaría compartir algunas observaciones sobre cómo (algunos) cuerpos y (algunas) políticas han transitado este Foro AWID:
Cuerpos representados
En el Foro de Bangkok una amiga mía indígena confrontó enfurecida a las ponentes (sólo) blancas de una sesión sobre mujeres indígenas que pretendían explicarle su propia vida. En Ciudad del Cabo la misma protesta la encarnaron las trabajadoras sexuales, que por primera vez asistieron al Foro y se encontraron con almas solidarias que hablaban por ellas una y otra vez, en sesiones y plenarias. Las políticas de la representación son delicadas y tenemos bibliotecas enteras de debate en torno a ellas. Pero aún así, sigo creyendo que los espacios feministas como el Foro deberían premiar la tutela sobre ‘las otras’ sino promover reflexiones sobre la necesidad de que las almas bellas cedan el protagonismo a sus ‘representadas’. En ese sentido, esta es una materia pendiente para AWID.
La periferia trans
Tanto en Bangkok como en Ciudad del Cabo hubo unas pocas, poquísimas, personas trans participando del Foro. En Bangkok hubo un* ponente trans en plenaria; en Ciudad del Cabo, ningun*. Pero lo que todavía AWID no ha hecho es incluir sesiones sobre temática trans, para reflexionar y debatir estas cuestiones, que ya llevan años debatiéndose en movimientos feministas de algunas regiones –entre ellas la nuestra.
Al fin bailamos
Por fin en este Foro hubo una sesión en horario central en la que las participantes pudieron utilizar algo más que su cerebro y su garganta: la maravillosa sesión sobre Body Movement. Para nuestros hiperintelectualizados movimientos, esta apuesta de AWID fue valiente y marca un camino que se debe ampliar y profundizar en futuros Foros.
Una muralla
El momento más conmovedor del Foro, para mí, fue la sesión sobre Movimientos LGBT y Queer en Medio Oriente. En el turno anterior, había habido una verdadera batalla homo/lesbo/transfóbica en una sesión organizada por lesbianas africanas, y el llamado a hacerse presente en esta sesión e impedir cualquier intento de agresión contra las ponentes corrió a la velocidad de la pasión. Si algo me va a costar olvidar del Foro AWID es ese salón, repleto de mujeres lesbianas, heterosexuales y bisexuales, de todas las regiones, de todas las edades, rodeando con el calor de nuestros cuerpos y el estruendo de nuestros aplausos a las seis valientes mujeres jóvenes que habían organizado la sesión. Ese día nuestros cuerpos hablaron: con su número, con su diversidad, con su decisión de estar allí. Y fuimos tan contundentes que no se produjo una sola reacción intolerante. Esas somos, a veces. Y, perfectible como todo en este mundo, el Foro AWID es un espacio valioso porque (también) permite momentos como ése.
* Alejandra Sardá-Chandiramani es miembra de Mulabi- Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos
:: Posted in 01/23/2009 ::