Sexuality Policy Watch [ES]

Comentario de Mauro Cabral sobre la campaña internacional de despatologización

Comentario de Mauro Cabral, activista trans e intersex de GATE (Global Advocates for Trans Equality), sobre la campaña internacional de despatologización*

La campaña por la despatologización es una campaña trans y europea. Y esto no lo digo por el tema de ser europea, que no haya nacido aquí. Es una campaña que considera que el mayor problema de las personas trans es la patologización de las experiencias. Lo cual es un problema serio, incluso para quienes vivimos en Latinoamérica. Un gran problema que tenemos los que vivimos en Latinoamérica es como lograr la despatologización sin perder el acceso a la cirugía y las hormonas pagadas por el estado o por las obras sociales o por los seguros de salud. O sea, ¿cómo dotar a la campaña por la despatologización de un censo de clases? Si la campaña triunfa, si logramos que triunfe, ¿cómo vamos pagar las cirugías de quienes quieren operar? El grande problema no es solamente lograr la despatologización.

La campaña no tiene tanta fuerza en la comunidad intersex porque nosotras tenemos otros tipos de problemas. Y es que dentro del movimiento intersex, en este momento, lo que tiene más fuerza es la campaña a favor de la patologización de la intersexualidad como trastorno de desarrollo sexual. Esa es LA campaña intersex en este momento. Una campaña norteamericana que está teniendo mucha fuerza en todo el mundo y que está siendo resistida por muchos activistas – como yo, por ejemplo. Pero eso es otro problema. El problema no tiene tanto que ver si la intersexualidad es un trastorno o no, sino aunque sea un trastorno, ¿cómo se lo tratan los hospitales? Porque el máximo que se quiere en el movimiento intersex no es que la intersexualidad deje de ser una patología, sino que se dejen de practicar cirugías compulsivas – sea una patología o no. Se trata de otra pelea.

El movimiento intersex norteamericano, que apoya este nuevo vocabulario – trastorno de desarrollo sexual – dice “el vocabulario de trastorno es lo que nos permite dialogar con los médicos, y decirles “ustedes dicen que es un trastorno, nosotros lo aceptamos”, pero les decimos “dejen de operar a las personas con eses trastornos”. El resto del movimiento intersex dice “podemos tener esa pelea sin caer en el trastorno”. Entonces es una discusión al interior del movimiento intersex y muy vinculado al movimiento de personas con discapacidad física y mental, donde la cuestión principal no es la definición, sino el tratamiento. No es como soy definido, sino como se trata.

Para los que trabajamos en el movimiento intersex, la campaña por la despatologización de la transexualidad tiene un rasgo muy llamativo que es el rechazo, la repulsión, la aversión por todo lo que tiene que ver con el diagnóstico. Y las personas intersex hemos sido diagnosticadas, vivimos con eso. El diagnóstico es algo que manejamos, de lo cual hablamos, con lo cual convivimos. Como le puede pasar una persona con VIH, como le puede pasar a una persona con algún tipo de discapacidad. Entonces nos resulta muy llamativa esta aversión al diagnóstico.

Creo que no hay un prejuicio a quien haya sido diagnosticado. Pero a mí me resulta muy interesante eso, porque me da la impresión de que vamos hacer como movimiento trans un movimiento que idealiza la salud. Nosotros no somos enfermos, no sufrimos de ningún trastorno físico ni mental. Pero, ¿qué significa eso en relación a quienes sí lo sufren? ¿Qué es ese asco al diagnóstico? Para mi es muy extraño como el movimiento trans se está transformando en un movimiento puro. Puro en el sentido de “yo no sufro de nada, soy una persona perfectamente sana, quiero ser reconocida como una alguien que es sano”. Ahora, ¿qué es lo que eso proyecta sobre las personas que no están sanas? ¿Qué quiere decir eso? Porque yo no creo que la transexualidad sea una enfermedad. Pero creo que el modo de lograr la despatologización no es demonizar las enfermedades. Porque sino terminamos por demonizar las personas que sufren de enfermedades. La transexualidad no es como la diabetes. Ahora, ¿qué significa eso si es que soy diabético? Que ocurre ahí, esa tensión entre salud y enfermedad cuando uno dice “yo estoy al lado de los sanos”. Yo de verdad no sé si quiero estar en uno de esos lados…

____________________________________

* Este comentario es un extracto de una entrevista con el activista Mauro Cabral, realizada durante la V Conferencia de ILGA LAC, el enero 2010.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir al contenido