Sexuality Policy Watch [ES]

¿Reproches en Kigali?: La extrema derecha europea aprovecha una conferencia de mujeres para acercarse al gobierno africano

Por Françoise Girard
The Famous Feminist – Newsletter

Traducción
Karina Trujillo
Akãhatã

 

La sexta Conferencia Women Deliver (WD2023), que tuvo lugar en Ruanda del 17 al 20 de julio, se presenta a sí misma como el mayor encuentro mundial sobre la salud, derechos y el bienestar de las niñas y mujeres. Celebrada por primera vez en África, WD2023 reunió a más de 6,000 activistas, líderes de ONGs, investigadoras, oficiales de gobierno, donantes, empresarixs y jóvenes, incluidas adolescentes, quienes viajaron a Kigali para promover la igualdad de género y derechos humanos. 

Entrando en la WD2023, el entusiasmo y la determinación eran palpables. El gran número de feministas africanas hizo de la conferencia una vibrante oportunidad para aprender de aquellas cuya experiencia no se refleja lo suficiente en los debates y soluciones globales. Personalmente me encantó reconectarme con muchas viejas amigas – finalmente, en persona luego del COVID – Y de conocer a muchas jóvenes feministas brillantes, quienes trajeron creatividad, energía y compromiso a las discusiones. 

 

(FOTOS)

Escenas de las WD2023 – jóvenes activistas en la pre conferencia, llegada al BK Arena en Kigali para la ceremonia de apertura; reconectando con la fabulosa activista Pakistani y educadora Aisha Ijaz de Aahung; escuchando a Jody Myrum (USA), Catering Nya,bura (Kenya); Josephine (Sierra Leona) y Malala Yousafzai y sus poderosas historias de resistencia de las chicas al patriarcado; y conociendo a Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda! Inspirador y energizante. 

Tenía dudas sobre Ruanda como país anfitrión. Ruanda es justamente elogiada por tener 61.3% de mujeres en el Parlamento, y 55% en el Gabinete de Ministrxs. Como resultado, las mujeres han logrado romper las barreras del género en muchas profesiones y trabajan piloteando para aerolíneas, en tareas de albañilería, carpintería, como cirujanas y conductoras de camiones. Mi taxista en Kigali era una mujer trabajando para sí misma, en un trabajo que solía ser hostil para las mujeres. En todo el país se han abierto guarderías (aunque hasta ahora con personal voluntario) para facilitar la reincorporación al trabajo de las madres jóvenes y, el apoyo directo a los hogares encabezados por mujeres sigue siendo prioridad del gobierno. 

Ruanda es también muy admirada mundialmente por comprometerse en (algunos dirían imponer) la reconciliación nacional y por reconstruirse tras el aterrador genocidio en 1994. Kigali es una ciudad limpia, verde, segura, agradable y ordenada, y el país se está desarrollando en el sector de tecnologías. En la actualidad Ruanda, es uno de los países favoritos por los donantes internacionales y particularmente por el gobierno de Estados Unidos, que ha intentado expiar su inacción en 1994. 

Pero el presidente Paul Kagame, de 65 años, quien ha estado en el poder desde el 2000, es un autócrata. Su gobierno mantiene un férreo control sobre la administración, las políticas, los medios y la sociedad civil. Es probable que Kagame sea presidente vitalicio, ya que la Constitución de Ruanda fue enmendada en el 2015 para eliminar los límites del mandato presidencial. Podría decirse que parte de este control se justificó después de 1994, y quizás incluso hoy. Pero esto no justifica las milicias armadas respaldadas por Ruanda que desestabilizan a su vecino país, la República Democrática del Congo, el asesinato de opositores políticos en el extranjero – que Kagame parece haber admitido públicamente-; el cierre de grupos de derechos humanos y la censura de los medios. Ni un solo activista o periodista ruandés con el que he hablé en el WD2023 estaba dispuesto a decir nada remotamente crítico acerca de su gobierno. 

Afortunadamente, la actual reacción geopolítica contra la democracia, los derechos humanos, la equidad de género ocupó un lugar destacado en la agenda de la conferencia. En la conferencia de prensa oficial previo a la apertura, la presidenta de la junta directiva del Women Deliver y ex presidente de Sudáfrica, Phumzile Mlambo-Ngcuka, habló elocuentemente acerca de la imposibilidad de lograr la igualdad racial y de género sin democracias abiertas. Helen Clark, una ex primera ministra de Nueva Zelanda, denunció la creciente influencia del movimiento global anti derechos, “Enfrentémoslo, ha tenido voz y poder hasta la Corte Suprema de Estados Unidos de América y las legislaturas en el país, hasta el parlamento de Uganda ha tomado medidas enérgicas contra los derechos LGBTQI+, o Rusia prohibiendo la cirugía de reasignación de género.” Mary Robinson, ex presidente de Irlanda, mencionó el accidentado historial de Ruanda en materia de derechos humanos. 

En contra de este contexto prometedor, fue impactante ver a las participantes de la WD2023 sometidas a una ceremonia de apertura sobre “el estado de igualdad de las mujeres de hoy” que contó con la participación no anunciada de la presidenta de Hungría, Katalin Novák, una líder de las fuerzas de extrema derecha en Europa y más allá. Muchas de las presentes no tenían idea de quién era Novák y lo que ella representa, pero aquellas que sí, apenas podían creer lo que oían y veían. Marie Lussier, una oficial de incidencia de Médicos del Mundo en París, me dijo que ella y sus colegas salieron de la ceremonia “aturdidas, impactadas, en un momento surrealista”. Estaba espantada y enojada ¡¿Qué estaba pasando?! ¿Quién la había invitado? y ¿Con qué propósito? 

Ceremonia de apertura de la Conferencia Women Deliver 2023, BK Arena de Kigali, Ruanda, 17 de julio de 2023. 

Para poder entender en su totalidad el peligro, permítanme resumir las credenciales de extrema derecha de Novák y, lo que Hungría representa hoy. Novák, de 45 años, comenzó su carrera como diplomática en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría. A lo largo de los años, ella ha ascendido constantemente en las filas del Fidesz, el partido político ultranacionalista y autoritario dirigido por Viktor Orbán, primer ministro de Hungría desde el 2010. 

Presidenta Katali Novák de Hungría escuchando beatíficamente al presidente Macky Sall de Senegal explicando las virtudes del obsoleto Código de Familia de su país, en el escenario en la ceremonia de apertura del Women Deliver 2023 en Kigali, 17 de julio de 2023. 

Desde que llegó al poder, Orbán ha desmantelado sistemáticamente las instituciones democráticas de Hungría. Ha comprometido la independencia judicial, incluso llenando la Corte Constitucional con fieles del Fidesz. Ha puesto en peligro la libertad de prensa al tomar control de los medios estatales, construyendo su propio imperio mediático y colocando a los medios independientes restantes bajo presión política, económica y regulatoria. En el 2020, la Unidad de Inteligencia de The Economist clasificó a Hungría como “democracia defectuosa,” mientras que Freedom House, ya no considera a Hungría una democracia. 

El Fidesz ha vertido mentiras antisemitas contra el filántropo George Soros y su labor de promoción de la democracia y los derechos humanos en Hungría (su país natal). El partido reclama defender “Los valores cristianos de Europa” al activamente oponerse al aborto, los derechos LGTTBIQ+ y la inmigración. Orbán ha peleado continuamente con la Unión Europea sobre estos avances. Mientras el WD2023 se desarrollaba en Kigali, Orbán estaba en Rumania, arremetiendo contra Bruselas, por su “ofensiva LGBTQ” y por rechazar la “herencia cristiana” de Europa al promover la inmigración. 

Una parada de bus en Budapest durante la campaña de valla publicitarias de 2017 del Fidezs contra el filántropo de origen Hungaro George Soros. En el cartel se lee: “Consulta Nacional 2017. 99% rechaza la inmigraciñon ilegal. ¡No podemos dejar que Soros ría al último!” El graffiti añade, en caso de que a alguien se le haya escapado: “Judio apestoso”

En el 2014, Novák fue nombrada secretaria de estado de Familia y Asuntos de Juventud, en ese cargo, fue anfitriona de la Cumbre de la Familia en Budapest 2017, un evento internacional de 4 días que abarcó el Congreso Mundial de Familias (WCF) anual de ultra derecha, en donde Rusia juega un papel clave y, el Foro “One of Us” de organizaciones antiaborto europeas. Ella también representó a Hungría en las negociaciones sobre política social en la ONU y la Comisión Europea. En una entrevista de 2020, ella dejó clara su posición: “Llevo 7 años participando en discusiones (con la Comisión Europea) y, podría recitar interminablemente esos documentos con un trasfondo de ideología de género, que nos quieren imponer. Naturalmente, en esta guerra de ideas necesitamos aliados.”

¿Cuáles son sus aliados? Novák es conocida por tener vínculos con la extrema derecha de Rusia. Un informe de 2021 elaborado por un periodista de investigación de la VSquare documentó esos contactos. En el informe, Rémy Bonny, un cientista político belga y activista LGBTQI, explicó que “La lucha internacional de Rusia contra los derechos LGBTQI forma parte inherente de su estrategia para socavar la democracia liberal de la Unión Europea. A través de redes homofóbicas internacionales, la inteligencia rusa establece contactos con representantes del gobierno húngaro. Desde entonces, los derechos LGBTQI en Hungría han ido hacia atrás, y el país ha estado vetando la evolución de los derechos LGBTQI a nivel de la UE. Los contactos de Hungría con Rusia ponen el peligro su seguridad nacional (y de la UE)”

Novák fue elegida como diputada en el parlamento en el 2018, convirtiéndose en ministra de los asuntos de la Familia del 2020 al 2021. Como miembra del parlamento, Novák votó contra la adhesión de Hungría a la Convención de Estambul sobre Violencia en Contra de la Mujer, el principal tratado del Consejo Europeo sobre esta cuestión. Siendo ministra de asuntos de la familia, Novák declaró que las mujeres deberían conformarse con ganar menos y ocupar puestos inferiores que los hombres, y que “El Cristianismo es el destino de Europa y de Hungría”. 

Durante su tiempo en el parlamento, Novák también encabezó la Red Política por los Valores (PNfV), una organización con sede en España que trabaja con políticos de derecha de Europa y las Américas para equiparles o dotarles con estrategias electorales basadas en opiniones antiaborto, anti LGBTQ y anti feminismo. El consejo asesor de la PNfV incluye notables figuras políticas de extrema derecha, como Angela Gandra, ex secretaria de Familia del Gobierno de Bolsonaro en Brasil y José Antonio Kast, fundador del ultraderechista Partido Repúblicano de Chile. La Junta Directiva de la PNfV cuenta con la notoria Sharon Slater del grupo cristiano estadounidense Observatorio Internacional de la Familia (designado como un grupo de odio por la Centro Legal contra la Pobreza en el Sur), mientras que el Consejo de Expertos de la PNfV cuenta con Elyssa Koren de la Alianza para la Defensa de la Libertad, un grupo legal cristiano involucrado en el caso Dobbs que anulo el derecho del aborto en Estados Unidos. En el PNfV, Novák trabajo de cerca con ultra conservadores desde Estados Unidos hasta Brasil, Colombia y más allá. También fue anfitriona de la IV Cumbre Transatlántica en Budapest en mayo de 2022. 

Continuando con su ascenso, Novák fue elegida como presidenta de Hungría por el parlamento en 2022. En su primer discurso en ese cargo, ella “Pidió la ayuda de Dios y le prometió ser una buena jefa de Estado que defiende la Familia como base de la soberanía.” Ella es el verdadero negocio de la extrema derecha. 

Pero eso no es todo. En el 2020, Hungría prohibió la adopción para parejas del mismo sexo y las personas transgénero cambiar su género legal en los documentos de identidad. Al mismo tiempo, la Constitución de Hungría fue modificada para definir el matrimonio la unión entre un hombre y una mujer. En el 2021, el Parlamento Húngaro aprobó una ley que equipara la homosexualidad con la pedofilia y que prohibe compartir información que promueva o represente “divergencia de la propia identidad correspondiente con el sexo al momento de nacer, cambio de sexo o la homosexualidad.” La ley también prohibía la temática LGBTQI de la televisión diurna y prohibía a las compañías el transmitir campañas en solidaridad con la comunidad LGBTQI (nos hace pensar en la campaña de MAGA contra Bud Light en los Estados Unidos ¿no es así? El mismo manual). Novák votó a favor de esa ley. 

El gobierno húngaro está intensificando la aplicación de la ley anti LGBTQ del 2021. Las librerías Lira y Libri han sido multadas recientemente por vender libros, que, según gobierno, promueven la homosexualidad a personas jóvenes. A inicio de julio 2023, justo antes de que Novák llegará a Kigali, Lira fue multada con U$D 36,000 dólares porque exhibía “Heartstopper,” un romance adolescente entre dos chicos de colegio. 

Quince miembros de la Unión Europea, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo han impugnado la validez de la ley anti LGBTQ del 2021 ante la Corte Europea de Justicia. Pero eso no detuvo al Fidezs, que a principios de este año presentó un proyecto de ley de sistema de denuncias que habría permitido la denuncia anónima de violaciones “del modo de vida húngaro,” incluidas las violaciones del “papel constitucional del matrimonio y la familia” o del “derecho de lxs niñxs de identificarse a sí mismxs con su sexo asignado al nacer.” Los críticos señalaron que esto pudo haber dado lugar a la denuncia de padres/madres del mismo sexo que crían a sus propios hijxs. Sorprendentemente, en abril de 2023, Novák vetó el proyecto de ley de sistema de denuncias, argumentando que no cumplía con estándares de la Unión Europea.  Comentarios argumentaron que esto podría haber sido un movimiento táctico para posicionar a Novák como una cara más presentable del Fidezs. (La ley fue finalmente adoptada sin las previsiones del “modo de vida húngaro”). 

Y Novák es muy hábil y pulida: Conociendo muy bien que ella estaba en una Conferencia sobre la Igualdad de Género, obtuvo su primer aplauso en Kigali al hacer notar que es la “primera mujer presidenta de (su) país.” Realizó varias declaraciones que ninguna feminista encontraría objetables: Cómo “necesitamos más mujeres en el ámbito público,” y que, como una joven diplomática, se había preguntado si también “si sería capaz de cumplir (su) sueño de ser madre.” ¿Quién puede estar en desacuerdo con eso? 

Pero, de todos los problemas que enfrentan las mujeres y niñas en Hungría, Novák enfocó su intervención en el WD2023 casi exclusivamente en la cuestión demográfica. Su hija de 15 años debería de poder cumplir sus sueños profesionales, dijo Novák con una amplia sonrisa, incluso “si ella quisiera tener 10 hijos.” Reutilizando la terminología feminista, Novák argumento que tener “tantos niños como quisieran” era “la verdadera libertad de elección.” Luego dejó caer la máscara: “¿Se imaginan que ningún país europeo alcanza la tasa de fecundidad (de sustitución) de dos (hijos)?  Esto significa que prácticamente nos estamos suicidando, estamos cayendo por esa pendiente. Hungría ha perdido 10 por ciento de su población en las últimas décadas debido a la baja fertilidad” Dada su postura anti inmigración, anti musulmana y, las crecientes muertes de migrantes que intentan llegar a Europa, fue particularmente escalofriante escuchar a Novák decir esto en África. 

Luego, Novák se jactó de sus 8 años en asuntos familiares y de haber aumentado la tasa de fecundidad húngara a un 25% en los últimos 10 años (sigue siendo de solo 1,56 niñx por mujer), y de haber duplicado el número de matrimonios (¡imaginen si permitieran el matrimonio entre personas del mismo sexo!). Las madres de 4 o más hijos, acotó, ahora se encuentran exentas de por vida del pago de impuesto sobre la renta de personas físicas (sin tener en cuenta que es poco probable que estas mujeres sobrecargadas ganen grandes sumas de dinero). La moderadora, Femi Oke, una experimentada locutora, no hizo más preguntas. La oficina de Novák, produjo inmediatamente dos videos y varios tweets en los que aparecía en el escenario de la WD2023 como una campeona mundial de la mujer. 

En la WD2023 de Kigali, un gran encuentro de muchas personas inspiradoras. En un panel con otros jefes de Estado y representantes de ONGs, ante una audiencia de seis mil personas, intercambiamos ideas para empoderar a las #niñas y las #mujeres de todo el mundo, y yo abordé el tema desde una perspectiva pro familia. 
Novák, promoviendo su presentación “pro familia” en la WD2023. 

En una carta enviada a la WD2023 más tarde esa semana, 131 grupos feministas y 140 activistas de todo el mundo se declararon “atónitxs y furiosxs” de que se le hubiera dado a Novák esta plataforma. Los organizadores de la WD2023 emitieron un comunicado de prensa en el que afirmaban haber tenido poco control sobre la ceremonia de apertura. Fue aparentemente el presidente de Ruanda, Paul Kagame, quien invitó a Novák a hablar – y quien además invitó al presidente de Senegal, Macky Sall, y al presidente de Etiopía, Sahle-Work Zewde. 

Maliha Khan, la directora ejecutiva del Women Deliver, añadió que “las opiniones de la presidenta Novák sobre igualdad de género, inclusión, y salud sexual y reproductiva no coinciden en absoluto con los del Womer Deliver, así de que me alegro que haya una reacción en contra.” Sin embargo, señaló Lussier, que en ningún momento el Women Deliver alertó a los grupos feministas de la participación prevista de Novák para que pudieran tomar conocimiento y organizar a quienes estaban presentes. Como señalaron las feministas húngaras que escribieron a Khan para expresar su decepción, Novák tampoco fue cuestionada sobre el historial de derechos humanos de Hungría en el escenario durante el evento.

Mi corazón se compadeció de estas valientes activistas húngaras cuando leí su carta: “Llevamos varios años trabajando en primera línea contra los movimientos antiderechos en nuestro país en un contexto difícil y complicado. Esperábamos llegar a un espacio seguro con valores y compromisos compartidos. Ayer, confiábamos en el poder y la solidaridad del Women Deliver. En lugar de eso, nos sentimos abandonadas y olvidadas.”

El rol de alto perfil de Novák en una conferencia privada anunciada como un espacio de solidaridad y convergencia fue ciertamente chocante. El WD2023 no era una reunión de la ONU donde todos los países comparten el podio sin importar sus antecedentes en derechos humanos. Pero la aparición estelar de Novák debe de entenderse como algo más que una metedura de pata por parte de los organizadores de la WD2023: Fue la oportunidad para Novák de normalizar posiciones extremistas anti-género, anti-democracia, precisamente al destacarlas en un espacio destinado a promover los derechos de las mujeres. Una oportunidad que las fuerzas de ultraderecha habían planeado claramente. 

Neil Data, el director ejecutivo del Foro del Parlamento Europeo, que sigue de cerca las actividades de la extrema derecha, lo dijo mejor en la plenaria al siguiente día de la WD2023, cuando se le preguntó por el riesgo que supone este movimiento: “Esto no es conservadurismo social tradicional. Esto se trata de un fenómeno completamente nuevo, un movimiento profesional y transnacional, activo en todos los niveles en contra de los derechos y la igualdad. Y ahí estaba, justo en medio de nosotros.”

Exactamente, si la oposición se encuentra en todos lados, si ningún lugar es seguro, ¿entonces por qué seguir luchando? Este tipo de tácticas pretenden desarmar, desestabilizar y desanimar a las feministas, quienes siguen siendo una de las principales fuerzas contra los actores anti-democráticos de extrema derecha.

¿Por qué entonces el presidente Kagame dió el paso de situar a Novák en el corazón de la conferencia? Novák no estaba en Kigali solo por la WD2023. Ella estaba en una visita oficial a Ruanda, una “histórica” primera visita de un presidente (a) de Hungría en este país. Hungría y Ruanda firmaron tres acuerdos de cooperación como resultado de esta visita – en becas, educación nuclear y tecnología del agua. Al final de su viaje, el presidente Kagame anunció que Ruanda pronto establecería una representación diplomática en Hungría, y Novák lo invitó a la 5ta Cumbre Demográfica en Budapest (otra confabulación de la extrema derecha) en septiembre de 2023. Novák luego viajó a Tanzania para su segunda visita oficial, donde firmó otro acuerdo de cooperación. Claramente, la extrema derecha europea había decidido intensificar relaciones con África subsahariana, y esto obviamente convenía a Kagame. 

 

De Mike Pence a Marion Maréchal, la derecha cristiana ultraconservadora de todo el mundo asistió a la 4ª cumbre demográfica organizada por Orban en Budapest para debatir sobre el aborto y las restricciones a la educación sexual. –
Las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer @NokertE protestaron

 

La 4ª Cumbre Demográfica de Budapest, en octubre de 2021, contó con la presencia del ex vicepresidente estadounidense Mike Pence, así como de Marion Maréchal, sobrina de Marine Le Pen, y otros líderes de la extrema derecha. Katalin Novák invitó al Presidente de Ruanda, Paul Kagame, a la 5ª Cumbre, que se celebrará en septiembre de 2023.

También me sorprendió la invitación de Kagame al senegales Macky Sall. Sall, de 61 años, hasta inicio de julio 2023 había dejado entrever la posibilidad de presentarse a un tercer mandato inconstitucional, lo que provocó protestas durante meses. También ha intentado descalificar a sus oponentes de presentarse a las elecciones. Más de 500 manifestantes se encuentran actualmente encarcelados, y decenas han sido asesinados a manos de militares. 

A diferencia de Kagame, Sal no es reconocido por su historial en materia de derechos de la mujer. La respetada académica feminista senegalesa Fatou Sow me dijo desde Dakar que “Sall vino (al WD2023) por Kagame. Él quería estar cerca de Kagame, quien es el chico “cool” que muchos líderes africanos admiran. ¡A Sall le importa un bledo los derechos de las mujeres!” Y así fue: En el escenario de la WD2023, Sall no asumió compromisos importantes, en cambio, alabó el Código de Familia de Senegal, que tiene 50 años y que sigue repleto de provisiones que discriminan a las mujeres. Solo hasta el año 2020 se tipificaron como delito la violación y la pederastia en Senegal, luego de que múltiples asesinatos de mujeres altamente publicitados revolucionaran a la opinión pública. Los matrimonios forzados, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina continúan siendo prácticas comunes en el país. El aborto sigue siendo tipificado como delito, aunque Senegal ratificó el Protocolo de Maputo sobre Derechos de las Mujeres en África (el artículo 14 del mismo contempla el derecho al aborto en casos de agresión sexual, violación, incesto, y cuando existe peligro para la vida, la salud mental o física de la mujer). Más de 50 mujeres senegalesas se encuentran actualmente encarceladas por “infanticidio” y aborto ilegal. 

Durante sus 11 años de mandato, y a pesar de los comentarios previos a la presidencia que sugerían que sería un líder más abierto, Sall ha defendido la criminalización en Senegal de los “actos contra natura.” Recientemente ha expresado públicamente apoyar a la estrella de fútbol senegalesa quien se opuso a la exhibición de banderas del orgullo durante un juego. No sorpresivamente, los ataques contra la comunidad LGBTQI en Senegal han incrementado durante la última década. 

El año pasado, Senegal se adhirió al Consenso de Ginebra, la alianza anti-aborto y anti-LGBTQI de más de 30 gobiernos que fue lanzada en el 2020 por la administración de Trump. ¡Y sorpresa, sorpresa! Hungría actualmente preside el Consenso de Ginebra, después de que Estados Unidos y Brasil se retirarán tras las elecciones de Biden y Lula respectivamente. Fue preocupante el ver a Sall y Novák juntos en el escenario. 

El voto del 2 de marzo de 2022, en la Asamblea General de la ONU para condenar la invasión rusa a Ucrania y exigir la retirada inmediata de Rusia. De los 35 países que se abstuvieron, 17 son de África, mientras que otros 8 países africanos no votaron. 

En ese contexto, vale la pena observar la evolución de las relaciones de los países africanos con Rusia. En los últimos años Rusia ha tratado de reactivar su influencia en el continente. En 2019, el presidente Putin organizó la primera cumbre Rusia-África, donde asistieron 43 jefes de Estado africanos. Con lazos coloniales forjados en la época soviética, muchos de ellos han mantenido privilegiadas relaciones diplomáticas con Rusia y una postura relativamente no alineada con Occidente. Ominosamente se cree que el grupo mercenario ruso Wagner ha participado en los recientes golpes militares en Mali, Burkina Faso, Guinea y ahora en Níger y que está activo en Sudán, Libia y la República Central de África. 

La invasión a Ucrania en el 2022 puso a los países africanos en una posición delicada. En marzo de 2022, 17 países africanos se abstuvieron en la votación de la Asamblea General de la ONU que condenaba la invasión de Rusia a Ucrania. Pero la población africana se enfrenta a graves dificultades como consecuencia del incumplimiento por parte de Rusia del acuerdo sobre cereales con Ucrania negociado con la ONU, con el suministro de alimentos en peligro y el aumento en el precio de los combustibles. 

Tratando de enhebrar esa aguja, Sall visitó Moscú en junio de 2022 como presidente de la Unión Africana, donde pidió el fin de la guerra, aunque sin señalar a Rusia. Visitó Ucrania y Rusia en junio de 2023 como parte de una delegación de líderes africanos, y estuvo de nuevo en San Petersburgo hace sólo unos días, los días 27 y 28 de julio de 2023, con motivo de la segunda Cumbre Rusia-África. Se dice que sólo 17 jefes de Estado africanos asistieron a esta última Cumbre. En un esfuerzo por controlar los daños, Putin prometió entregas especiales de grano a seis de los países africanos presentes en la Cumbre. Yevgeny Prigozhin, el comandante de Wagner que supuestamente estaba exiliado en Bielorrusia (pero que al parecer se ha reconciliado con Putin), hizo una aparición sorpresa al margen de la Cumbre para saludar a sus clientes africanos.

La “foto familiar” en la Cumbre Rusia-Africa en San Petersburgo, los días 27 y 28 de julio 2023. El presidente egipcio Abdel Fattah Sisi aparece a la izquierda de Putin, mientras que el hombre alto vestido con uniforme militar a su derecha es Ibrahim Traoré, presidente interino de Burkina Faso desde septiembre de 2022 por el Golpe de Estado. Se rumorea que Traoré sostiene lazos con el grupo mercenario ruso Wagner. 

Rusia ha tratado de encontrar otros puntos en común con los líderes africanos. Sobre la última década, Putin ha denunciado repetidamente y cada vez más la “ideología de género” (lo que él equipara con los derechos sexuales y reproductivos, derechos LGBTQ y justicia de género), mientras su estrecho aliado, el patriarca ortodoxo ruso Kirill ha justificado la invasión a Ucrania como una batalla civilizacional contra los valores occidentales de quienes celebran desfiles del orgullo gays. El subcontinente africano es un espacio en el que aumentan rápidamente la actividad de actores anti-género de Europa y de Estados Unidos, y el África francófona, que ha permanecido aislada por varias razones, presenta nuevas oportunidades para estos grupos. Al término de la cumbre Rusia-África, Putin explícitamente denunció “la agenda de género” e intentó “retratar a Rusia como un aliado espiritual de África” – como un bastión de valores conservadores, en contraste con un Occidente ateo.”

 

El Memorial del Genocidio de Kigali, donde las fosas comunes se alinean en el jardín trasero, es un conmovedor homenaje a los más de 800.000 ruandeses, en su mayoría tutsis, que fueron asesinados en 1994 por milicias, vecinos e incluso familiares. Bélgica, potencia colonial, había alimentado el odio contra los tutsis durante décadas, provocando masacres periódicas incluso antes de 1994.

¿Fué Kigali el momento donde la extrema derecha europea, el movimiento anti-género ha logrado profundizar su compromiso con los líderes africanos claves como Kagame? ¿Se unirán más países africanos al Consenso de Ginebra, o adoptarán leyes anti-LGBTQ? ¿Surgirán nuevas alianzas en la Cumbre Demográfica de Budapest en septiembre de 2023 o cuando el PNfV organice su 5ta Cumbre Transatlántica en la sede de la ONU en Nueva York en noviembre de 2023? Pronto lo veremos. 

En solidaridad feminista, determinación y autocuidado, 

  1. Nota: FMUS se tomará el mes de agosto libre para disfrutar de un merecido descanso. Volveré en septiembre.


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