Nota por el fallecimiento de Teresita De Barbieri
Uruguaya, feminista, académica comprometida. Exiliada primero en Chile y luego en México. Fue una de las primeras en contribuir al pensamiento feminista desde América Latina, cuando había que “construir ese nuevo objeto de estudio para legitimar investigaciones sobre mujeres”.
Cuando la teoría marxista en la que se había formado en aquel Chile tan progresista, donde confluyó toda una generación de latinoamericanistas y/o dependentistas, no era suficiente para dar cuenta de lo que luego se llamaría trabajo reproductivo. Ingresó a Fem junto con Tununa Mercado, invitada por Lourdes Arizpe, donde cumplieron un importante rol difundiendo la lucha de las mujeres durante las dictaduras del Cono Sur.
Integró la academia y organismos como Cepal, todo lo que hoy representaría la institucionalización, pero desde esos lugares dió varias batallas. En la conferencia preparatoria de Caracas hacia 1975, denunció la persecución de las mujeres de izquierda en Chile. Contestó el discurso antifeminista de Vilma Espín en Copenahue (El Feminismo y la Federación de Mujeres Cubanas, Vol. IV, N15, julio-agosto 1980).
Buscó las formas de pensar un feminismo desde America Latina, de articular marxismo y feminismo. Se ocupó en sus trabajos especialmente de las mujeres de los sectores populares, reconstruyó vida cotidiana, visibilizó y sistematizó el trabajo invisible. Señaló “la falta de ajuste de la lecturas marxistas a la realidad latinoamericana, dónde se deberia dar cuenta de la condición de la mujer en países con capitalismo subdesarrollado y dependiente, en dónde las economías latinoamericanas perviven formas de producción y circulación no-capitalista, y dónde la seguridad social mucho más escasa altera el valor de la fuerza de trabajo y dónde las mujeres se incorporan al mundo laboral de una forma muy distinta a Europa o Estados Unidos” (FEM Vol. 4, N°17, febreo-marzo 1981).
Hoy deberíamos honrar mucho y recordar a esta uruguaya feminista latinoamericanista, y volverla a leer. Hoy cuando se discute un sistema de cuidados, nos olvidamos que muchas veces se hace en una clave que no es la nuestra, la latinoamericana, la de la familia extendida, la que cancela la discusión sobre la división sexual del trabajo. Eso ya lo mostró de Barbieri en la década del 70. Que su pérdida nos permita reencontrarnos con ella.
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