Sexuality Policy Watch [ES]

Mucho mercado, alguna cruz y el terror a los monstruos – Especulaciones sobre la política sexual del nuevo gobierno argentino

Por Alejandra Sardá-Chandiramani – Akahatá

El pasado 10 de diciembre la coalición Cambiemos, cuyo principal partido es el PRO (Propuesta Republicana)[1] asumió como nuevo gobierno en Argentina tanto a nivel nacional como en los dos principales distritos electorales, la provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital del país, que el PRO gobierna desde hace 8 años. En un muy reñido ballotage, el PRO derrotó al FPV (Frente para la Victoria) — que había gobernado el país desde 2003 en tres mandatos sucesivos — por 51 % sobre 49 %. Respondiendo a una gentil invitación de Sexual Policy Watch, intentaremos desarrollar un breve análisis — que tendrá mucho de especulación, dado lo reciente del cambio de gobierno — sobre la posible política sexual del PRO.

Algunos hechos legislativos

Dado el poco tiempo que lleva el PRO en el gobierno nacional, para comenzar a pensar cuál va a ser su política en el área de la sexualidad puede resultar útil relevar algunos datos concretos de la actuación pasada del partido en temas de derechos sexuales. El cuadro que figura debajo ilustra la postura de las/os representantes del PRO en el Congreso con respecto a algunas de las leyes más significativas de los últimos 12 años en esta materia[2]:

Ley Cámara de Diputadoxs
A favor En contra Se abstuvieron Ausentes
Matrimonio igualitario (2010)[3] 4 6 (incluyendo a la actual vicepresidenta) 1
Ley de Identidad de Género[4] (2011) 8 1 2
Ley contra la Trata de personas (2012)[5] 6 5
Ley de Fertilización Asistida (2013).[6] 3 8 (incluyendo a la actual vicepresidenta)

Algunos hechos de gestión

Como ya dijéramos, el PRO ha gobernado la Ciudad de Buenos Aires (CABA) durante los últimos 8 años. Este partido llegó al gobierno nacional sin haber gobernado nunca ningún otro distrito, por eso todos nuestros «hechos de gestión» son ejemplos tomados de la CABA.

  • Presupuesto
    • La suma de presupuestos asignados a programas asociados a los derechos sexuales en CABA constituyó el 0,0049% del presupuesto total del gobierno de la ciudad. La mayor parte de esos recursos se destinan a la prevención del VIH. En 2013, solo 500 jóvenes utilizaron los servicios de las Consejerías de Salud Sexual y Reproductiva de la ciudad y 127 participaron de talleres comunitarios[7].
  • Educación sexual:
    • En el año 2010, la CABA había ejecutado solo el 0,1 % del presupuesto asignado para esta área y capacitado a solo 2000 docentes de los más de 55000 que se desempeñan en la ciudad.[8]
  • Aborto
    • En 2012, el líder del PRO Mauricio Macri (hoy presidente y entonces Jefe de Gobierno de la CABA) vetó el Protocolo de Aborto no Punible aprobado por la Legislatura de la Ciudad. Ese veto fue declarado inconstitucional por un juez un año después[9].
  • Servicios de salud sexual y reproductiva
    • En las comunas[10] de la CABA con indicadores socioeconómicos más bajos — donde la población más depende de los servicios públicos de salud — el porcentaje de nacimientos de madres adolescentes atendidos por personal médico es de entre 13.6 y 14.6 %.[11]
    • En el cuadro que figura debajo[12] se compara la provisión de servicios en los hospitales públicos en CABA y en dos provincias con una cantidad similar de habitantes (Córdoba y Santa Fe)[13]
Atención pre-y post-aborto Violencia sexual Ligadura tubaria y vasectomía Adolescencia Consejería integral
CABA 0 3 13 18 19
Córdoba 55 4 20 4 40
Santa Fe 29 29 29 29 0

Algunas reflexiones

A partir de los «hechos» que acabamos de presentar y de lo que creemos saber como sujetos políticos de y en Argentina, nos atrevemos a afirmar (¿especular? ¿sospechar?…) que:

  • El PRO no es monolíticamente un partido «conservador de derecha» y menos aún un partido «católico conservador». En nuestra opinión es, por encima de todo, un partido de las elites financieras y agroexportadoras locales y de sus socios/mandantes extranjeros cuyo principal objetivo es asegurar buenos negocios para los sectores que lo integran y lo respaldan[14]. Esto es lo verdaderamente importante, a lo que el resto de las políticas se le subordinan.
  • Algunxs integrantes del PRO — como la actual vicepresidenta y la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires — tienen vínculos con el ala más conservadora de la iglesia católica, cuya ideología comparten. Otras personas del partido son liberales tanto en lo económico como en lo social (y por eso pueden votar a favor del matrimonio igualitario, por ejemplo).
  • Las políticas que no implican gastos para el Estado y que gozan de consenso social no corren peligro en la administración PRO. Un caso claro es el matrimonio igualitario, que además genera negocios y le da al país la reputación de «moderno», significante que el PRO insiste en asociar con su práctica política.
  • En temas que a la opinión pública le resultan indiferentes o en los que no ha alcanzado consenso, el PRO se permite complacer a sus vertientes más conservadoras. Es el caso de la educación sexual, que no es una demanda por la que la sociedad argentina se movilice. Creemos que en esta temática no va a haber avances y que el presupuesto a invertirse será cada vez menor.
  • Sobre el aborto parecería haber una mayoría PRO con posturas conservadoras. En la votación de la Ley de Fertilización Asistida, el grupo de 8 diputadxs que se abstuvieron objetaron el trato que se les daba a los embriones congelados a los que calificaron de «personas por nacer». Algunas amigas feministas que apoyan a partidos aliados minoritarios del PRO están esperanzadas; nosotrxs no. El PRO se nutre para sus cuadros técnicos y sus ‘voluntarios/as’ (que se llaman «militantes» en la mayoría de los partidos políticos) de jóvenes estudiantes y egresadxs de universidades privadas en su mayoría católicas. Para el sector social al que el PRO sirve y en el que se apoya – las elites agroexportadoras y financieras -, el respeto a las formas del catolicismo (independientemente de sus prácticas concretas) es un elemento central de su identidad. No creemos que el PRO esté dispuesto a contrariar a ninguno de estos sectores en la temática del aborto, que además es otro buen negocio para lxs médicxs y clínicas privadas que lo practican.
  • Las políticas que implican gastos para el Estado son las que más riesgo corren, no necesariamente por su contenido sino más bien por el modelo de Estado que defiende PRO, para el cual las políticas sociales no son inversiones sino «gastos» a reducir. Esto se aplica a los servicios de salud sexual y reproductiva, por ejemplo[15]. No imaginamos al PRO derogando la Ley de Identidad de Género. El problema aquí es la provisión gratuita de hormonas en los hospitales públicos para las personas trans* que están en proceso de readecuación de género que la ley garantiza. Esto no es algo que el PRO considere que deba hacer el Estado pero jamás se le ocurriría prohibir que las personas trans* compren hormonas y hagan distintos tratamientos en clínicas privadas (es más: podría hasta incentivarlo con reducciones impositivas si descubriera que puede ser un buen negocio). En su primer mes de gobierno, el PRO ya ha eliminado impuestos que pagaban las elites agroexportadoras y que reportaban ingresos significativos al Estado[16]. El endeudamiento externo que el gobierno está negociando mientras escribimos este artículo indica un futuro de ajuste estructural en el que el «gasto« estatal se va a reducir al mínimo en todas las áreas salvo las funcionales a sostener el modelo neoliberal («seguridad» y propaganda).
  • Por supuesto, es posible que la reducción de los presupuestos sirva de excusa para conductas discriminatorias por parte de agentes de salud (por ejemplo, priorizar a las parejas heterosexuales sobre las lesbianas para asignar turnos en los servicios de reproducción asistida) pero es importante tener en claro que el PRO no va a desfinanciar solo los servicios de salud sexual por su impronta moral o religiosa sino la salud en general (así como la vivienda, la educación, la economía social y muchas otras áreas) porque ejerce el poder para hacer negocios, no para gloria de dios ni tampoco para la realización de los derechos humanos de la población. La transferencia de dinero del Estado al sector privado y el endeudamiento externo son negocios cuantiosos para lxs integrantes del PRO y los sectores que lo apoyan; como ya dijéramos, el resto es secundario.

Y ahora, ¿quién podrá ayudarnos?

Es muy pronto todavía para prever el futuro de manera precisa y dibujar nuevas estrategias. Mas aún, las reacciones entre quienes defienden los derechos sexuales son variadas. Como ya dijéramos, hay personas esperanzadas, porque militan en partidos aliados de PRO y creen, de buena fe, que las posturas más progresistas de sus partidos prevalecerán frente a las más conservadoras y/o puramente plutocráticas del socio mayoritario … Hay personas en estado de shock, haciendo el duelo de la derrota electoral y preguntándose si volveremos a los peores momentos que recuerdan haber vivido en el país o que les describieron sus mayores (la dictadura militar; o los años noventa neoliberales).

Un episodio que ocurrió esta semana nos da algunos indicios de qué podemos hacer, al menos en esta primera etapa del gobierno PRO. Por decreto presidencial (la modalidad preferida del PRO para gobernar, ya que carece de mayoría en el Congreso y por eso decidió mantenerlo cerrado hasta marzo), se dio a conocer una reorganización del Ministerio de Salud en la que el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable — que también tiene a su cargo la implementación de la Ley de Identidad de Género en cuanto a acceso a servicios de salud — no aparecía.

La reacción fue inmediata: feministas de todas las tendencias, comunicadoras[17], universidades y muchos otros actores sociales (nosotrxs incluidxs) difundieron el alerta y llamaron al Ministerio para preguntar qué sucedía y exigir la continuidad del Programa. Bastó un día para que el Programa volviera a ‘aparecer’ con presupuesto garantizado, la confirmación de que su personal seguiría en funciones (en un momento en que ya se han despedido casi 24000 empleadxs estatales)[18] y la actual titular del mismo programa en CABA como su responsable.

Fuentes del Ministerio revelaron que una de las razones esgrimidas para la veloz reacción gubernamental fue que le temen a las organizaciones trans* a las que consideran «muy combativas« … Esto da para un análisis que excede a este modesto artículo. Nos limitaremos a señalar nuestra sospecha de que ese temor se debe en parte – solo en parte – a la condición de «otrxs» que se les asigna a las personas trans*, de «monstruos» que existen por fuera de los parámetros «normales» y por ende serían «capaces de todo». Pero el PRO no tiene miedo de tod*s las personas trans*. Por ejemplo, hay una famosa actriz trans*, de holgada posición económica, que apoya al PRO y ha participado en varios de sus eventos. Las que asustan son las activistas, que tienden a ser de piel oscura, que viven en barrios marginalizados y que han aprendido a golpes que para personas como ellas con buenos modales se abren pocas puertas. No son las únicas a las que el PRO les teme. En su primer mes de gobierno hubo varias manifestaciones multitudinarias con una mayoría de asistentes de clase media que protestaban por la conculcación de derechos civiles (sobre todo, la libertad de expresión) y que no fueron reprimidas. Las dos demostraciones donde ‘corrió sangre’ (la de quienes protestaban, claro) fueron de trabajadorxs: en un caso, operarios de una fábrica y en el otro trabajadorxs municipales precarizadxs (en su mayoría, mujeres)[19]. El PRO sabe muy bien dónde están sus principales enemigxs, lxs ‘de temer’ y según la situación, ataca o huye, que es lo que se hace cuando se tiene miedo.

Como estrategias para el futuro, pensamos las siguientes:

  • Perder cuanto antes la esperanza: a veces es mala consejera
  • Estar alerta: documentar minuciosamente la implementación de todas las políticas públicas en sexualidad, para saber lo que está ocurriendo y poder reaccionar antes que se produzcan daños mayores
  • Estar todavía más organizadxs: aliarnos, estar dispuestxs a pequeños sacrificios del ego para preservar juntxs lo que tanto nos costó conseguir
  • Orgullosamente dar miedo. Hacernos oír. Con argumentos y evidencias sólidas no permitir que el gobierno PRO dude por un momento que la ‘pesada herencia’ que asegura haber recibido incluye a varios colectivos de personas empoderadas y decididas a defender los derechos sexuales, sabiendo que son irrealizables en un contexto en el que otros derechos — especialmente salud, trabajo, vivienda o educación — están amenazados.

Continuará….

[1] Un excelente análisis del partido PRO realizado por dos académicos que lo han estudiado a fondo se puede encontrar en Unidos y diversificados: la construcción del partido PRO en la CABA, de Gabriel Vommaro y Sergio Daniel Morresi (Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina)

[2] En el período durante el que se sancionaron estas leyes, el PRO tuvo una bancada de 11 diputadas/os y ningún/a representante en el Senado.

[3] http://chequeado.com/el-explicador/es-verdad-que-el-pro-voto-en-contra-de-las-leyes-que-marca-la-campana-de-scioli/

[4] http://frentenacionaleydeidentidad.blogspot.com.ar/

[5] http://chequeado.com/el-explicador/es-verdad-que-el-pro-voto-en-contra-de-las-leyes-que-marca-la-campana-de-scioli/

[6] http://chequeado.com/el-explicador/es-verdad-que-el-pro-voto-en-contra-de-las-leyes-que-marca-la-campana-de-scioli/

[7] Salud sexual y reproductiva en la Ciudad: presupuesto y resultados”. Junio de 2014. http://lafabricaportena.com/salud/ley-de-educacion-sexual-de-la-ciudad-presupuesto-y-resultados/ – .VplVM_HtmrY

[8] Foro por los Derechos Reproductivos, “Comunicación conjunta para el Examen Periódico Universal“, Argentina, 2012 (párrafo 28, p.6)

[9] http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/ciudad-esta-vigente-la-ley-de-aborto-no-punible-786.html

[10] La Ciudad Autónoma de Buenos Aires está dividida en 15 distritos administrativos conocidos como comunas.

[11] “Salud sexual y reproductiva en la Ciudad: presupuesto y resultados”. Junio de 2014. http://lafabricaportena.com/salud/ley-de-educacion-sexual-de-la-ciudad-presupuesto-y-resultados/ – .VplVM_HtmrY

[12] Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. “Políticas de Salud Sexual y Salud Reproductiva. Avances y desafíos. Balance 2003-2011”, p. 50. http://www.unfpa.org.ar/sitio/images/stories/pdf/2015-06_original-balances-syr.pdf

[13] Según el último censo realizado en Argentina (2010), la CABA tenía 2 890 151 habitantes; Córdoba, 3. 308.876 y Santa Fe 3.194.527. https://es.wikipedia.org/wiki/Censo_argentino_de_2010

[14] Ver Fernando Krakowiak, “El país atendido por sus propios dueños” (Página 12, 3 de enero de 2016) para una descripción de la gran cantidad de ejecutivas/os de empresas que ahora ocupan cargos de gestión en el gobierno argentino.

[15] Refiriéndose a la Ley de Fertilización Asistida, el hoy presidente declaró que él también se hubiese abstenido porque «es una prestación muy costosa y la prioridad es que el sistema de salud (pública) funcione en prestaciones en las que se va la vida de la gente» Ver http://www.diariopopular.com.ar/notas/159156-macri-contra-la-ley-fertilizacion-asistida

[16] Ver Alfredo Zaiat, “Muy pocos se llevaron todo” (Página 12, 20 de diciembre de 2015). http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-288666-2015-12-20.html

[17] Ver Mariana Carvajal, “Un derecho fuera de organigrama” (Página 12, 14 de enero de 2016)

[18] https://infogr.am/despidos_pro-6274

[19] http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/288900-75843-2015-12-23.html y http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-289858-2016-01-08.html



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