Las condiciones políticas brasileñas examinadas en este ensayo fueron definidas por Eric Fassin (2019) como un laboratorio en el cual el ultra-neoliberalismo, el antifeminismo y el racismo se cruzan para alimentar una de las manifestaciones más flagrantes de los fascismos del presente. Antes mismo de la toma de posesión del nuevo gobierno, en enero de 2019, el filósofo político Marcos Nobre (2018), al prospectar lo que la «revuelta conservadora» impulsada por Jair Bolsonaro podría traer, señaló que lo que anunciaba era un gobierno “antisistema”, añadiendo que quienes que pensaban que su líder podría ser domesticado estaban muy equivocados/as. No podía predecir, sin embargo, la pandemia de COVID 19 que catapultó estas prospecciones a la escala de una calamidad.