Sexuality Policy Watch [ES]

El arco iris en Montevideo

por Fernando Elio

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En la ciudad de Montevideo Del 13 al 15 de julio, organizada por los gobiernos de Holanda y Uruguay y las organizaciones COC Netherlands de Holanda y Ovejas Negras de Uruguay, se realizó la Conferencia Global de Derechos Humanos LGBTI 

En este evento, cuyo lema fue “No Violencia, No Discriminación e Inclusión Social” participaron representantes de gobiernos y organizaciones de más de 60 países y foros regionales y fue precedido de una pre-conferencia de la sociedad civil. Uno de los resultados más destacados fue la creación de la Coalición por la Igualdad de Derechos, una plataforma de gobiernos cuyo objetivo principal es sumar esfuerzos diplomáticos e internacionales para promover la protección y cumplimiento de los derechos de las personas LGBTI

Antecedentes, contexto y objetivos

Esta conferencia es la cuarta de una serie que se inició en 2010 cuando un pequeño grupo de países se reunieron en Estocolmo con el objeto de coordinar el financiamiento internacional destinado al trabajo en Derechos Humanos de las personas LGBTI. Posteriormente se sucedieron conferencias similares en Berlín en 2013 y en Washington en 2014, siendo esta última mucho más amplia tanto en los temas que se incluyeron a como en su participación ya que en este evento contó con la asistencia de representantes de gobiernos de 30 países, 8 instituciones multilaterales y 50 organizaciones de la sociedad civil.

La conferencia realizada en Washington en 2014 fue organizada por la Agencia para el Desarrollo Internacional del Departamento de Estado de los Estados Unidos (USAID) con la colaboración del Consejo del Fondo Global Equality. En esa ocasión el gobierno de ese país se ocupó de comprometer la asistencia de muchos mas países de los que participaron en las conferencias anteriores, incluidos países de América Latina, y además logró que la conferencia ampliara el enfoque, esencialmente relacionado con el financiamiento internacional para discutir y acordar políticas y estrategias relacionadas con los derechos de las personas LGBTI.

La conferencia a realizada en Montevideo fue organizada por los gobiernos de Uruguay y Holanda y es la primera que se realiza en un país del el Sur Global, según se afirmó, para reconocer el liderazgo que la región de América Latina y particularmente el gobierno Uruguay ha tenido en la protección y promoción de los Derechos Humanos de las personas LGBTI a nivel interno e internacional

Para esta conferencia se fijaron dos objetivos claves: compartir información, buenas practicas y lecciones aprendidas en la promoción y protección de los derechos de las personas LGBTI en el mundo tanto a nivel bilateral como multilateral y asegurar una mejor coordinación de apoyo financiero y político de los gobiernos y organizaciones multilaterales dirigidas al avance de los derechos humanos y el desarrollo inclusivo de las personas LGBTI.

El desarrollo de la conferencia fue establecido en una agenda que incluyó paneles temáticos, sesiones plenarias y eventos paralelos culturales, diplomáticos y sociales que fueron la culminación del trabajo previo realizado por grupos temáticos. La conferencia culminó con una sesión plenaria final en donde se resaltaron los aspectos más relevantes de la misma y las conclusiones de la Conferencia hasta tanto sea publicado el documento final.

¿Cómo se organizó la conferencia?

En preparación para la Conferencia, los organizadores habían definido cuatro ejes temáticos:

  • Diplomacia internacional y regional
  • Inclusión de temas LGBTI en la Agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS)
  • Legislación en orientación sexual e identidad de género y reducción del espacio de la sociedad civil
  • Coordinación de donantes

Para definir las agendas que se incluirían dentro de cada uno de estos ejes temáticos, y que luego organizarían el desarrollo de la conferencia y sus paneles y plenarias se constituyeron grupos de trabajo compuestos por representantes de gobiernos y sociedad civil que en los meses previos a la conferencia mediante reuniones virtuales y conferencias telefónicas discutieron sobre los asuntos prioritarios que, centrados en cada uno de estos cuatro ejes, deberían abordarse durante la conferencia. El resultado de estas actividades de cada grupo de trabajo fue una nota conceptual en donde se establecieron los temas que se discutirían en los paneles y plenarias planificadas en la agenda de la Conferencia.

Los cuatro ejes temáticos

Diplomacia internacional y regional

El resultado de este grupo de trabajo fue un documento organizado en dos secciones. En la primera se instalan preguntas y temas prioritarios que deberían tratarse durante la conferencia tales como los principales desarrollos, tanto positivos como negativos, a nivel regional e internacional relacionados con la orientación sexual, la identidad de género y las personas intersex; la dicotomía entre los “valores tradicionales” y la universalidad de los Derechos Humanos; la colaboración entre organismos y organizaciones internacionales y regionales como así también a nivel multilateral y bilateral entre agencias y estados.

La segunda parte del documento brinda recomendaciones específicas relacionadas con este eje temático para que se discutan durante la conferencia y se incluyan en el documento final de la conferencia. Estas recomendaciones se ordenaron en los siguientes temas: Iniciativas transversales a nivel regional e internacional; Naciones Unidas; Coalición por la Igualdad de Derechos; Relaciones Bilaterales y Recomendaciones específicas para las regiones de África, América, Asia y el Pacífico, Europa, Medio Oriente y África del Norte.

 Inclusión de temas LGBTI en la Agenda de los ODS

La nota conceptual de este grupo de trabajo fue un documento de diez páginas en donde se intentó incluir los derechos de las personas LGBTI en la agenda de los OSD que se relacionan con empleo y condiciones de trabajo, incluido el rol del sector privado; combate a la pobreza, equidad de género, educación, salud, inclusión social y respuesta a la violencia y discriminación.

El documento separó en grupos objetivos relacionados con un tema en particular tal como la salud, la educación o inclusión social y realizó propuestas de acciones para paliar las inequidades y situaciones de discriminación, que van de lo más básico y urgente en tanto garantías mínimas, hasta propuestas más ambiciosas. Sugiere también que se reconozca y que se explore la intersección de las múltiples discriminaciones y desigualdades que se entrelazan para generar situaciones complejas de vulnerabilidad, productoras de significativas heterogeneidades al interior de los colectivos.

Legislación en orientación sexual e identidad de género y reducción del espacio de la sociedad civil

La selección de este tema para la constitución de un grupo de trabajo como uno de los cuatro temas que se abordaron en esta conferencia responde a un análisis que se viene realizando en los últimos años, particularmente en Europa relacionado con leyes y políticas que desde el estado han provocado una paulatina restricción para el trabajo de ONGs y otros actores sociales en donde los casos más visibles se evidencian en países de Europa del Este en donde leyes fundamentadas en la protección de los valores nacionales y tradicionales tales como la llamada “anti-propaganda” o la “agentes extranjeros” controlan, limitan e impiden a las organizaciones de la sociedad civil la promoción de los derechos de las personas LGBTI o la posibilidad de recibir dinero del exterior.

Quizás por este motivo, el documento resultante para discutir temas relacionados con la reducción del espacio de la sociedad civil estuvo centrado casi exclusivamente en las leyes y políticas estatales, generales o específicamente relacionadas con los derechos de las personas LGBTI, pero sin embargo pasa por alto toda una serie de circunstancias, procesos y fenómenos más relacionados con países América Latina, que no se relacionan necesariamente con leyes o políticas restrictivas, pero que también atentan seriamente contra la sociedad civil, como la desarticulación de movimientos LGBTI durante períodos de gobiernos LGBTI friendly o la violencia estructural y sistemática desde actores estatales, paraestatales y no estatales que enfrentan activistas LGBTI en nuestra región.

Coordinación de donantes

Mientras este documento reconoce que el financiamiento internacional se ha visto incrementado en los últimos años, también asegura que éste está lejos de satisfacer las complejas, diversas y crecientes necesidades de la comunidad LGBTI global. Enumera tres grandes desafíos de los donantes: a) incrementar su financiamiento en términos de monto, cantidad y variedad, como también la transparencia de los procesos de otorgamiento y rendición de cuentas; b) incrementar la efectividad de sus recursos, particularmente mediante la inversión en programas que sean co-diseñados por las comunidades locales a las cuales intentan ayudar y c) Incrementar la flexibilidad y la accesibilidad a los recursos para todos los sectores (L, G, B, T e I) con particular atención en aquellos en situación vulnerable.

La segunda sección del documento se refiere a los progresos observados en la implementación del Comunicado de Washington, un compromiso firmado por varios países en la reunión de Washington en 2014 en donde se acuerda establecer algunas líneas de trabajo en común en promoción y protección de las personas LGBTI.

Por último, el documento también efectúa preguntas, sugiere temas y brinda recomendaciones para que sean tratadas durante la conferencia.

La pre-Conferenciad de la sociedad civil

El día 12 de julio, un día antes del inicio de la Conferencia, en el edificio de la Municipalidad de Montevideo, se reunieron representantes de organizaciones de la sociedad civil para discutir y acordar temas que serían tratados durante la conferencia.

La participación en este espacio fue por invitación y en la selección de quienes participaron estuvo a cargo de COC Netherlands y Ovejas Negreas, quienes se esmeraron en encontrar un balance tanto de las regiones como de las poblaciones representadas, lo cual siempre es una tarea difícil ya que si bien este balance intenta otorgar legitimidad a las discusiones y decisiones también se corre el riesgo de que la selección parezca arbitraria y haya quienes se sientan excluidas.

La jornada se organizó en secciones que se ajustaban a los cuatro ejes temáticos en los que se organizó la conferencia. Participantes de la sociedad civil que habían estado involucrados en el proceso de los grupos de trabajo expusieron sus opiniones sobre este proceso y explicaron los puntos más importantes de los documentos resultantes. Luego de cada una de estas presentaciones, en sesiones plenarias, se acordaron los asuntos que, desde la sociedad civil, serían tratados durante el desarrollo de la Conferencia. Siguiendo la estructura estipulada para la conferencia, los temas más importantes que surgieron de esta reunión se articularon de acuerdo a sus ejes temáticos.

Respecto del financiamiento se destacó la necesidad de: consistencia, transparencia, desagregación de datos (L, G, B, T e I), más claridad en la rendición de cuentas, financiación directa para combatir la violencia y la discriminación. No hubo consenso con relación al rol de los intermediarios para el financiamiento, pero sí preocupación por los excesivos costos de administración y comisiones que quedan en el Norte Global. Fue interesante el comentario de uno de los panelistas sobre la falta de participación de los gobiernos en este grupo de trabajo alegando que no entendían cuál era su rol con relación a discusiones sobre financiamiento internacional.

Con referencia a la legislación y reducción de espacios de la sociedad civil, además de la necesidad de eliminar las leyes que penalizan la homosexualidad se enfatizó en la inclusión de los derechos de las personas trans e intersex mediante la inclusión de las características sexuales, la autodeterminación y la identidad de género en la legislación y la interseccionalidad de la discriminación. También hubo intervenciones relacionadas con legislación que limita la libertad de expresión, el financiamiento internacional, la provisión de información sobre la homosexualidad y otras que impactan en el trabajo de la sociedad civil.

La sección sobre diplomacia dio como resultado recomendaciones dirigidas a apoyar las iniciativas y mecanismos internacionales y regionales incluidas la relatoría SOGI del Sistema Interamericano y el futuro Experto Independiente de la ONU, apoyar la cooperación interregional, la cooperación Sur-Sur, reforzar la investigación basada en la evidencia. Una discusión importante se originó con relación al principio de “no hacer daño”, relacionado con el potencial peligro a los movimientos LGBTI que pueden causar campañas internacionales en países hostiles. Esta discusión se centró en encontrar estrategias para establecer un balance criterioso entre este principio y la inacción usándolo como excusa.

Del panel de los ODS las discusiones se centraron en la necesidad de una mención explícita a la universalidad de los Derechos Humanos en la implementación de los ODS, y en el mismo sentido la mención explícita de la orientación sexual, la identidad y expresión de género y características sexuales en la implementación de estos objetivos a nivel nacional, la inclusión de los Principios de Yogyakarta, un acuerdo en los roles de los estados, sociedad civil, organismos internacionales y otros actores en la implementación y la inclusión de temas LGBTI en los reportes periódicos de la implementación de los ODS.

La Coalición por la Igualdad de Derechos.

Sin duda, uno de los resultados más relevantes de la Conferencia fue la conformación de la Coalición por la Igualdad de Derechos. Evidencia de esto es el lugar que se le dio en la agenda de la Conferencia, en la plenaria inicial de la misma, en donde los ministros de relaciones exteriores de Uruguay y Holanda, luego de los discursos de inauguración de la conferencia firmaron el documento con los Principios Fundantes de la Coalición que había sido situado simbólicamente en dos enormes paneles en centro del escenario y luego de haberlo hecho invitaron a cada representante de gobiernos de los países presentes a firmarlo.

 ¿Qué es la Coalición por la Igualdad de Derechos?

Esta coalición es básicamente un cuerpo que reúne a gobiernos de países que se comprometen a trabajar en colaboración por la promoción y protección de los derechos de las personas LGBTI. Las razones de su creación, el contexto, objetivos y otros aspectos de la Coalición fueron descriptos en una Hoja Informativa que entre otras cosas reconoce que actualmente son pocos los mecanismos o estructuras a través de las cuales los gobiernos coordinan sus esfuerzos diplomáticos, comparten información y trabajan en conjunto a nivel internacional y por eso ésta coalición apuntaría a solucionar esta deficiencia, y actuaría como un organismo permanente que asegure la continuidad de los esfuerzos compartidos en el tiempo que transcurre entre conferencias.

También, en la hoja informativa de la coalición, se indica que su nombre se debe a que en lugar de defender derechos especiales para las personas LGBTI, esta iniciativa está dirigida a defender los derechos igualitarios que se aplican a todas las personas guiándose por la legislación internacional sobre los derechos humanos, en particular, el Artículo Primero de la Declaración Universal que expresa que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”; igualmente enfatiza que la coalición no está destinada a constituir una plataforma específicamente dedicada a la coordinación de la financiación internacional y que es básicamente de naturaleza diplomática.

 Entre el entusiasmo y el escepticismo.

A pesar del ímpetu con que la Coalición fue presentada, existen muchos interrogantes, algunos muy importantes y fundamentales relacionadas con varios aspectos de esta plataforma que por su falta de claridad siembran dudas y escepticismo, sobre todo en las organizaciones de la sociedad civil. Por ejemplo, no existe información sobre cuales han sido los países que han participado de los debates oficiales. Lo que si se sabe es que, al final, la adhesión a la Coalición por parte de los gobiernos fue de un total de 30 países que firmaron el Documento Fundante hasta el 15 de julio, fecha de cierre de la Conferencia. Esa lista está formada básicamente por países de Europa Occidental, América del Norte y América Latina, lo que conforma un padrón ya clásico de estados apoyadores de los derechos LGBT. Son excepciones dos países de Europa Oriental: Ucrania y Montenegro. Y en la lista también llama la atención la ausencia de Brasil y Colombia, quienes fueron parte del grupo de seis países que en junio pasado presentaron la resolución sobre orientación sexual e identidad de género en el Consejo de Derechos Humanos.   Tampoco se sabe por que África del Sur y Tailandia que estaban presentes no han firmado el documento final. [1]

También no queda claro cuál serán los mecanismos de funcionamiento y coordinación de la Coalición; cuáles serán las obligaciones de los países que la integran tanto con la Coalición como para el interior de los mismos; cómo se manejarán las relaciones entre los gobiernos integrantes, sobre todo aquellas que implican relaciones de poder norte-sur; o cuál será el rol concreto de la sociedad civil en esta coalición formada por gobiernos. Esos son temas cruciales que quedaron flotando y sin respuestas concretas desde la pre-conferencia de la sociedad civil hasta la sesión de cierre donde se resaltaron las conclusiones de la conferencia.

Notas

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[1] A rigor, seria necesario interrogarse la participación de Tailandia en la reunión pues se trata de un estado que, desde 2014, está bajo en control de un juntar militar y hay crecientes restricciones a la libertad de asociación y de expresión política.



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