Sexuality Policy Watch [ES]

Balance de la CIPD +25

Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo +25

Nairobi, Kenia, 12-13-14 de noviembre de 2019

Informe producido por la International Campaign for Women’s Rights to Safe Abortion y traducido al español por el CLACAI para SPW

En la primera versión de este informe, no se contaba con Brasil como uno de los países que firmaron la declaración conjunta liderada por los EEUU y apoyada por Bielorrusia, Egipto, Haití, Hungría, Libia, Senegal, Santa Lucía y Uganda en rechazo a los principios de la CIPD+25. Con todo, es muy importar señalar la participación de Brasil, sobre todo para el público latinoamericano, donde las acciones tienen reflejos más aparentes.

Además de esa acción, el embajador de Brasil hice una declaración siguiendo la diretriz de la política externa de Bolsonaro, donde omitió referencias al género y a los derechos humanos, así como repudió el aborto, reiterando la defensa del «derecho a la vida desde la concepción», una posición que no es consistente con el texto constitucional. Las organizaciones que conformaron la delegación brasileña de la sociedad civil (y otros partidarios) hicieron una declaración pública que critica enérgicamente estas posiciones. Este documento fue firmado por 170 organizaciones e instituciones.

¿Por qué se celebra esta conferencia?: un poco de historia

Esta conferencia, que inició en el año 1994, tiene lugar cada cinco años. En cada reunión de seguimiento, el propósito general ha sido medir el progreso (y la falta de progreso) en la implementación del Programa de Acción de 1994, que fue acordado por los y las representantes de 179 países, así como las acciones de seguimiento que se incluyeron en conferencias posteriores. Acceda aquí a un excelente resumen de los objetivos, metas e historia de la conferencia y aquí a la edición del 20º aniversario del Programa de Acción junto con el informe global de progreso publicado en 2014.

En 1994, el UNFPA, que convocó la conferencia, describió el Programa de Acción como: «una nueva y audaz visión sobre las relaciones entre la población, el desarrollo y el bienestar individual… notable en su reconocimiento de que la salud [sexual y] reproductiva y los derechos reproductivos, así como el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género, son piedras angulares de los programas de población y desarrollo. El Consenso se basa en principios de derechos humanos, en el respeto a la soberanía nacional y a las diversos contextos religiosos y culturales».

Aunque el objetivo original era lograr cumplir las metas en 20 años, todavía queda mucho por hacer. Como escribió el UNFPA este año: “Ha habido un aumento del 25% en la tasa global de prevalencia de anticonceptivos en todo el mundo. Los nacimientos de madres adolescentes han disminuido abruptamente, y la tasa de mortalidad materna mundial ha bajado. Pero el progreso ha sido lento y desigual. Cientos de millones de mujeres en todo el mundo aún no usan anticonceptivos modernos para prevenir embarazos no deseados, y no se han cumplido los objetivos globales para reducir la mortalidad materna”.

Aun así, desde 1994 se ha producido un cambio importante de mentalidad acerca de estos temas. Hay una nueva manera de entender las cuestiones de género y la sexualidad, así como las consecuencias de la diversidad en las dinámicas poblacionales, es decir, los problemas de las sociedades envejecidas con respecto a aquellas con una mayoría de población joven, que han creado nuevas expectativas y demandas. La emergencia climática está abriendo la conciencia de la necesidad de repensar el significado del desarrollo y nuestro uso de los recursos naturales, ya que enfrentamos una amenaza creciente para la vida en la Tierra debido a nuestra forma de vida insostenible, que debe abordarse con urgencia.

Es posible que la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) de 2019 en Nairobi sea la última, y ​​muchos/as suspirarán aliviados/as al ver que es así. Sin embargo, todos sus objetivos deben cumplirse en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Cobertura Universal de Salud, pues forman parte de estos. La importancia global de los derechos humanos se encuentra bajo amenaza en muchos países, especialmente los derechos de las mujeres. Esto se ve reflejado en el hecho de que muchos/as líderes omitieron realizar cualquier referencia al tema de derechos, incluso habiendo expresado un aparente apoyo a los objetivos sobre salud sexual y reproductiva, una omisión que no augura nada bueno, si bien estos derechos también fueron firmemente defendidos por muchos otros/as en la reunión. Es importante destacar que la reivindicación de la autonomía ya ha sido asumida por los y las jóvenes de todo el mundo, como lo siguen haciendo los defensores/as de los derechos de las mujeres, sin importar lo que los y las líderes hayan dicho o dejado de decir en la reunión, pues estas reivindicaciones no pueden dejarse a un lado.

En el lado positivo, en el encuentro se expresó un fuerte apoyo a las oportunidades para los y las jóvenes, a la provisión de educación sexual y a la necesidad de que las mujeres y las y los jóvenes sean agentes de cambio. Se renovó el compromiso para la reducción de muertes maternas en el embarazo y el parto y para incrementar el acceso a la anticoncepción con miras a reducir los embarazos no deseados, como se ha venido haciendo desde 1994; así como para poner fin a la violencia de género, aunque todavía no se han encontrado medios efectivos para hacerlo.

Sin embargo, lo más decepcionante fue que, a pesar de que una minoría de países mostraron un débil e ineficaz rechazo a los objetivos generales de la CIPD, incluso después de 25 años de presión por parte de los movimientos de mujeres, la mayoría de los y las líderes mundiales y el UNFPA no respaldaron significativamente el acceso universal al aborto seguro, y mucho menos llamaron a la despenalización del aborto. No reconocieron, y mucho menos insistieron, que para lograr el objetivo de la CIPD de “cero muertes maternas innecesarias”, debe acabarse con la continua y abundante tasa de morbilidad y mortalidad que sufren las mujeres y las niñas debido a la práctica de abortos ilegales y peligrosos, lo que es más notorio en el propio continente donde tuvo lugar esta Cumbre. Y saben muy bien que esto es cierto.

En los días previos a la Cumbre, el Grupo de Trabajo sobre Discriminación contra las Mujeres y las Niñas de la ONU, junto con 27 Relatores/as Especiales, Expertos/as Independientes y Grupos de Trabajo que forman parte de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, desafió la conferencia expresando lo siguiente:

Es hora de que los líderes mundiales cumplan las promesas que hicieron hace 25 años y renueven sus compromisos sobre los derechos de las mujeres, afirman expertos/as en derechos humanos, 11 de noviembre de 2019.

  • Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que reafirme inequívocamente sus compromisos para cumplir con la agenda inacabada de la CIPD y para que aumente su voluntad política y la inversión en salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas. Hacemos un llamado a los tomadores/as de decisión para que coloquen los derechos humanos de las mujeres y las niñas en el centro de las consideraciones políticas, y para involucrar significativamente a las mujeres y las niñas en todas las decisiones que les afectan.

  • «Los expertos/as destacaron logros importantes, como la caída notable de alrededor del 38% de la tasa de mortalidad materna en el mundo entre los años 2000 y 2017.» Sin embargo, todavía más de 800 mujeres mueren diariamente por causas relacionadas con el embarazo y el parto que pueden prevenirse, y muchas de ellas son niñas,”, afirmaron los expertos/as.

  • También expresaron la necesidad de “tomar acciones urgentes sobre otros derechos reproductivos, a pesar de la disponibilidad generalmente más amplia de anticonceptivos modernos y del progreso en la derogación de leyes que penalizan el aborto”.

  • «Penalizar la interrupción del embarazo es una de las manifestaciones más perjudiciales de instrumentalización del cuerpo y la salud de las mujeres, y las expone a riesgos para sus vidas y su salud, privándolas de la autonomía en la toma de decisiones», dijeron los expertos/as. «Cada año tienen lugar veinticinco millones de abortos inseguros y unos 214 millones de mujeres se ven privadas del acceso a anticonceptivos modernos esenciales, lo que a menudo conduce a embarazos no deseados…».

Esta declaración (y lo anterior es solo un extracto) proviene de los expertos/as en derechos humanos más destacados del mundo. Ahora que la Cumbre ha terminado, quedamos a la espera de los próximos pasos de nuestros gobiernos.

La conferencia

Alrededor de 9.500 personas de 170 países asistieron a la conferencia, incluidos representantes de organismos gubernamentales y no gubernamentales nacionales, regionales e internacionales, desde los más altos niveles de liderazgo hasta las bases. Se puede acceder a la agenda de la conferencia aquí. A lo largo de tres días se desarrollaron cerca de 150 sesiones plenarias y en paralelo. Tuvieron lugar innumerables discursos, paneles, eventos paralelos, desayunos, almuerzos, cenas y recepciones organizados por gobiernos, donantes y grupos participantes. El trabajo en red fue realmente imparable.

Y como en todas las conferencias de este calibre, se comprometieron enormes cantidades de dinero que acabarán – o no – siendo recibidas o distribuidas sabiamente, del mismo modo que se perseguía a cada donante que se apareciera para conseguir más fondos. Puede decirse que, en el peor de los casos, fue una gran actuación orquestada por aquellos/as que cuentan con dinero y poder; y en el mejor de los casos, un lugar de encuentro productivo y emocionante para aumentar el entendimiento y el consenso, llegar a acuerdos y debatir diferencias.

El aborto seguro en la conferencia

A simple vista, las palabras «derecho al aborto seguro» fueron quizás las menos mencionadas en los espacios públicos de la conferencia. Pero con un promedio mundial de uno de cada cuatro embarazos que termina en un aborto inducido, el derecho al aborto seguro como un problema de salud de las mujeres era omnipresente y todos/as lo sabían. Gita Sen – que ha trabajado durante 35 años en políticas de población, salud reproductiva y sexual, igualdad de género y derechos humanos de las mujeres a nivel nacional e internacional, así como en temas de pobreza, desarrollo humano y mercados laborales; y que ayudó a dar forma al cambio de paradigma global sobre población y desarrollo – habló de la necesidad de que se garantice el aborto seguro en una de las sesiones plenarias, entre vítores del público asistente. Cuando Naisola Likimani de She Decides habló, también recibió la misma ovación. Además, en la sesión plenaria de clausura, la Embajadora Ib Petersen, Enviada Especial de Dinamarca para la CIPD25, destacó la importancia del «acceso al aborto seguro para todas las mujeres» cuando hizo un llamado a todas las personas en la reunión a «pasar del dicho al hecho» desde ahora hasta el 2030.

El compromiso de la Campaña con la CIPD

Todos los gobiernos y ONG que asistieron a la conferencia fueron invitados a comprometerse con uno de los tres objetivos de la conferencia para el 2030: cero muertes maternas prevenibles, cero necesidades no cubiertas de planificación familiar y cero violencia de género y prácticas nocivas contra las mujeres. En total, se presentaron más de 1.200 compromisos.

El compromiso de la Campaña fue precisamente hacer campaña para lo siguiente, con el objetivo de lograr cero muertes maternas prevenibles para 2030:

  • Despenalización del aborto,
  • Acceso universal al aborto seguro en todos los países,
  • Disponibilidad del aborto seguro a pedido de las mujeres/niñas.

Todo ello reconociendo que el aborto seguro es necesario para lograr la igualdad de género y el derecho de las mujeres y las niñas a la vida y la salud.

El panel de La Campaña

Hubo unas 140 sesiones en paralelo, pero solo dos cuyos títulos dejaron en claro que su tema era el derecho al aborto seguro. La Campaña organizó uno de ellos, que contó con representantes de  nuestras integrantes como panelistas. El otro fue organizado por Marie Stopes International, titulado «Poner fin al aborto inseguro para 2030». Ambos paneles se desarrollaron adecuadamente. Alrededor de 300 personas asistieron al panel de la Campaña: la sala estaba abarrotada.

Nuestras panelistas

De izquierda a derecha:

  • Shilpa Shroff (Presidenta), Directora de Incidencia Política, Campaña Internacional por el Derecho de las Mujeres al Aborto Seguro, India
  • Susana Chávez (Co Presidenta), Directora, Consorcio Latinamericano contra el Aborto Inseguro, Perú
  • Ana Cristina González Vélez, La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, Colombia
  • Sivananthi Thanenthiran, Directora Ejecutiva, Centro de Recursos e Investigación Asia-Pacífico para Mujeres, Malasia
  • Hedia Belhadj, Grupo Tawhida Ben Cheikh, Túnez
  • Wafa MI Adam, Red de Jóvenes Activistas para la Defensa del Aborto (YANAA / ICWRSA), Sudán
  • Ernest Nyamato, Director de País, Ipas Africa Alliance, Kenia
  • Clay Cook, Coordinador del proyecto, Centro de Capacitación en Salud Reproductiva, Moldavia (no presente)

Sus presentaciones giraron en torno a dos preguntas clave:

  • ¿Cómo ha cambiado el panorama en relación al aborto seguro en su región desde la Conferencia de la CIPD en El Cairo de 1994? ¿Cuáles son las principales preocupaciones que se perciben?
  • ¿Qué pasos se deben tomar en este momento para ampliar el acceso al aborto seguro?

Se puede acceder a sus diapositivas aquí. Algunos de los puntos principales que se plantearon fueron:

  • En África, el costo del aborto inseguro es sorprendentemente alto – millones de dólares anuales – sería mucho mejor proporcionar servicios de aborto seguro en lugar de atender la morbilidad grave y tener a tantas mujeres muriendo innecesariamente por complicaciones derivadas de abortos inseguros;
  • En el Medio Oriente y África del Norte, la alta incidencia de abortos inseguros debe entenderse dentro de un contexto sociocultural afectado por la tensión política, la guerra y el desplazamiento de poblaciones en curso;
  • En Europa oriental y Asia central, a pesar del buen acceso a los servicios de aborto, la dilatación y el legrado sigue siendo el método de aborto más utilizado, aunque desde hace más de dos décadas no es un método recomendado por la Organización Mundial de la Salud;
  • En América Latina, el hecho de que la mayoría de los abortos continúen siendo un delito causa un daño generalizado y profundo tanto a los proveedores/as como a las mujeres;
  • Las barreras insuperables que enfrentan las mujeres jóvenes y las niñas que buscan que se les practique un aborto, incluyendo la creencia errónea de los y las profesionales de la salud de que no pueden tomar decisiones informadas, las hace más propensas a buscar abortos inseguros y a experimentar los peores resultados; y
  • En Asia, y de hecho en todo el mundo, el acceso al aborto seguro está restringido por múltiples barreras: persecución penal, causales restrictivas, límites de espera altos, requisito de obtención de permiso de otros (esposos, padres, médicos, tribunales) y poder de oposición por parte de los proveedores/as.

El panel también recordó a todos/as que el aborto sigue siendo un grave problema de salud pública a nivel mundial, que ya había sido reconocido en la primera CIPD en 1994. A pesar de los avances aportados por las píldoras abortivas, todavía hay casi 25 millones de abortos inseguros al año de un total de 69 millones, casi todos en el sur global. En muchos países del mundo, solo grandes sumas de dinero pueden comprar un aborto seguro, e incluso así, muchas veces es solo una apuesta.

Durante la ronda de preguntas y respuestas, se hicieron muchas preguntas sobre estrategias para la defensa del aborto seguro a nivel internacional, regional y nacional: cuestiones de voluntad política por parte de los políticos/as, cómo obtener el apoyo de los líderes religiosos para el derecho de las mujeres a la vida y la salud, la importancia de compartir las experiencias de las mujeres y de involucrar a las propias mujeres en el trabajo de defensa del aborto seguro. Muchas personas confesaron sentirse inspiradas por la existencia de un movimiento por el derecho al aborto que está creciendo en todas las regiones del mundo, y quisieron saber cómo puede fortalecerse.

Finalmente, hubo mucho interés en la YANAA (Red de Jóvenes Activistas para la Defensa del Aborto), la nueva red de la Campaña para jóvenes activistas, dedicada por completo a cuestiones de aborto seguro.

Reunión de la YANAA en Nairobi

La oposición a lo que representa la CIPD

Como hemos venido informando varias veces este año, ha habido una oposición organizada contra los objetivos y agendas de las conferencias de las Naciones Unidas relacionadas con la salud y el desarrollo en 2019. Las principales conferencias que han sido atacadas antes de la de Nairobi fueron las de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Cobertura Universal de Salud. En todos los casos, la oposición se centró especialmente en el rechazo a la salud y los derechos sexuales y reproductivos (y, por supuesto, al aborto), totalmente en contra de la igualdad de género y el resto de temas relacionados con el género, la sexualidad y los derechos. Esta oposición viene de parte del mismo pequeño grupo de gobiernos y ONG conservadores de derecha, así como de líderes religiosos conservadores, pero no ha sido capaz de alterar los resultados alcanzados en las conferencias.

En Nairobi, se hizo pública una declaración de rechazo a los objetivos de la CIPD + 25, liderada por el gobierno de EE. UU. y firmada por los siguientes países: Brasil, Bielorrusia, Egipto, Haití, Hungría, Libia, Senegal, Santa Lucía y Uganda.

El informe de Open Democracy sobre esta oposición que tuvo lugar en Nairobi afirma que esta fue escasa y aislada y que se dio en una cumbre paralela que ellos mismos habían organizado, con la esperanza de desafiar la representatividad de la CIPD + 25. En una fotografía de uno de sus talleres se puede apreciar a un solo un panelista y a ocho participantes dispersos, en comparación con las decenas de miles de personas que asistieron a CIPD + 25. Una manifestación que habían convocado para el tercer día afuera del centro de convenciones atrajo aparentemente a solo a una docena de personas, aunque habían predicho que aparecerían miles. Sin embargo, France24 publicó una foto donde aparecía un grupo considerable de personas portando carteles costosos en los que se expresaba el rechazo al aborto, y esa misma foto también se usó en otros noticieros.

No obstante, Hedia Belhadj, del Grupo Tawhida Ben Cheikh – Túnez, una de nuestras panelistas de la Campaña, tuvo una impresión diferente: “Se distribuyeron volantes contra el aborto a las personas que hacían cola, y durante todo el evento. Ciertamente, se sintió la presión de los Estados Unidos sobre las delegaciones de los países y el ambiente que rodeaba el evento. Las delegaciones de los Estados árabes fueron abordadas una por una para que formaran parte de una declaración que proponía que los compromisos no deberían ir más allá de la agenda de la CIPD. Líbano y Túnez rechazaron la oferta. La declaración final de esta iniciativa fue liderada por una persona de Egipto. Además, en comparación con la CIPD de 1994, debo decir que no vi ningún progreso en las posiciones de la mayoría de los gobiernos con respecto al aborto (con algunas excepciones: Etiopía, Sudáfrica), mientras que otros temas de derechos humanos, ocultos o no reconocidos en 1994 como el respeto a la diversidad (incluida la orientación sexual) se hizo más visible en Nairobi”.

El embajador de los Estados Unidos en Kenia, Kyle McCarter, fue citado por France.info en el diario Kenyan Daily Nation afirmando, en nombre de los Estados Unidos, que: «la realidad es que los grupos que defienden el aborto están utilizando la conferencia como una estrategia para avanzar su agenda». Pero, entonces ¿cómo se explica que el aborto fuera el tema que menos se mencionó en la reunión? ¿Y por qué piensa que el apoyo al aborto seguro como parte de la agenda de la salud de las mujeres todavía es un tema oculto y secreto?

Algunos informes de medios de comunicación, como este por ejemplo, afirmaron que la conferencia estuvo «plagada de controversias». Otros, por el contrario, criticaron a la oposición liderada por el gobierno de los Estados Unidos, como puede leerse aquí.

Es difícil descifrar el grado de oposición que hubo. ¿Se logró silenciar realmente esta oposición en tan importante espacio público internacional? Porque aun cuando el derecho al aborto seguro apenas tuvo su lugar en la conferencia, la oposición tampoco tuvo mayor repercusión. Es cierto que existen profundos desacuerdos sobre varios de los temas abordados en Nairobi, muchos de los cuales se centran en si las mujeres/jóvenes y muchas otras personas en situación de vulnerabilidad deberían tener derecho a decidir sobre sus propias vidas o no. El silencio al respecto (¿una evasión de conflicto evidente?) puede interpretarse como lo que el UNFPA deseaba fervientemente y ¿quién no lo haría en su lugar? Está por ver si ello fue algo bueno, y por lo menos debería nutrir el debate sobre el valor de la conferencia en sí.

Por qué los objetivos de la CIPD son cruciales para las mujeres y las niñas y por qué deben incluir el derecho al aborto seguro

Ana Cristina González Vélez, de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres – Colombia, también panelista de la Campaña, escribió lo siguiente: «No creo que el aborto haya recibido suficiente atención en la agenda oficial. Pero el tono de nuestro panel de discusión fue alto y las salas donde tuvieron lugar los dos paneles sobre el aborto estuvieron llenas de gente. Además, durante la lectura de los compromisos de los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil, la Articulación Feminista Marcosur se comprometió a luchar por la despenalización total del aborto. Así que el tema del aborto estuvo presente, y fue parte de la agenda para todas las que luchamos por un aborto seguro como parte de la Agenda de la CIPD. También fue parte de los compromisos de Puebla durante la Reunión Preparatoria Regional de América Latina y el Caribe y la Declaración de Nairobi”.

Integrantes y amigas de la Campaña Internacional por el Derecho de las Mujeres al Aborto Seguro fueron a Nairobi para defender el acceso universal al aborto seguro, sin dejar a nadie atrás. Nunca hemos aceptado el compromiso de El Cairo de 1994 sobre el aborto porque durante los últimos 25 años, se ha utilizado para mantener la ilegalidad e inseguridad de millones de abortos. El aborto es parte de nuestras vidas; y no nos disculpamos con nadie por ello.

Al cierre de este informe, llamamos la atención sobre la realidad que experimentan muchas mujeres y jóvenes kenianas que no estuvieron presentes en la Cumbre, y expresamos exactamente por qué los objetivos de la conferencia y los nuestros son esenciales para la vida de las niñas y las mujeres:

“Según las tendencias estadísticas actuales, 3.000 niñas de Kenia de entre 10 y 19 años tuvieron relaciones sexuales sin protección mientras se desarrollaba la CIPD. Ciento cinco abandonaron la escuela y tres murieron por complicaciones relacionadas con el embarazo. Un total de 3.600 mujeres y niñas tuvieron abortos y el 45% de ellas eran niñas de entre 10 y 19 años. Nueve personas fueron violadas y 45 fueron deshonradas. Menos de diez de estos casos llegarán a una condena efectiva. Esta conferencia fue importante para Kenia y el discurso de apertura del presidente Kenyatta lo dejó en claro». Por Irungu Houghton, Standard Media, 16-11-19.

Comunicado de prensa elaborado por Marge Berer, Directora de Publicaciones y Relaciones Públicas de la Campaña Internacional por el Derecho de las Mujeres al Aborto Seguro con contribuciones de Christina Boateng, Shilpa Shroff, Ana Cristina González Vélez, Hedia Belhadj.

Accede al informe original en inglés.



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